Una vitrina puede llegar a ser un rincon sagrado y de recogimiento para quienes hacen de la colección incluso un modo de vida
Antes que nada quisiera expresar lo siguiente: a veces hace falta una guía, un maestro de nos oriente por ese camino divino que el universo nos tiene preparado. Al pasar de la niñez a la adolescencia y de esta a la adultez, perdemos la capacidad de soñar y visualizar lo que queriamos ser, !bienvenidos al mundo del condicionamiento y la culpa!, y bueno nos enfrentamos a las primeras desiluciones y frustraciones...la vida se torna gris con varios tintes oscuros
Pasan los años y vemos hacia atras con añoranza como fuimos felices, una vida sencilla...apenas una que otra desvelada y los sustos de pasar el año en el colegio, ahi estan los recuerdos de maravillosas tardes frente a las pantallas de los antiguos televisores de "caja" armatostes que pesaban varios kilos pero que estaban llenos de emociones y vivencias.
He-Man, los SuperCampeones, los Caballeros del Zodiaco y mas tarde en lo personal ya en la adolescencia( tengo que decir que voy para los 36), Dragon Ball o Ranma y por que no Sailor Moon (ja ja, si tambien veiamos xD ), entre otras muchisimas series, marcaron nuestra vida.
Que decir de los videojuegos: el Atari, el Nintendo, "el super" y el Play Station ya a finales de los 90 (un pequeño suspiro) y si recuerdo que tambien practicaba taekwondo y jugaba futbol...asi que no eramos sedentarios del todo ja ja.
Volviendo a la primera línea de este escrito, diría entonces que: "el maestro llega cuando el alumno esta preparado", una verdad espiritual innegable, descubrir nuestro talento, hacer lo que más nos gusta y tener las agallas para ir por nuestro propósito de vida, significa retomar esos sueños de niño, revivirlos y materializarlos.
Desde hace algunos años me dio por coleccionar y adquirir esas figuras que tanto añoraba, hoy ya lo puedo hacer, somos parte de una generación económicamente activa que nos permite darnos esos gustos, en mas o menos cantidad seguro somos "coleccionistas" pues guardamos en el fondo de nuestro ser aquello que nos regresa la ilusión y la inocencia.
Vinimos a esta vida a vivir y ser felices, nadie nos puede quitar ese regalo de la divinidad, !despertemos ese niño que hay en cada uno de nosotros¡ y seguro llegará ese propósito de vida que a veces se nos es esquivo y por el cual estamos en este mundo.
"Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos ",
lo dijo uno de los maestros espirituales más imporantes de la historia humana.
Que esperamos entonces para volver de nuevo a ese niño interior que hay en cada uno de nosotros.
¡yagrandotesyconjuguetes.com les da un enorme abrazo a todos!